De hecho, es una historia sin demasiada historia: mi vocación es mi trabajo.
El sueño vocacional hecho realidad: Los inicios en 1990 con el Servei d'Urgencias Veterinàries del Vallès 24h a domicilio. Primero con el buscapersonas, después con el móvil. Fueron 10 años visitando domicilios y casi siempre la primera vista era urgente, con la ansiedad y los nervios del momento. Así, se creó el vínculo afectivo y permanente con muchos propietarios. Un vínculo "familiar" que me ha enriquecido enormemente como profesional y persona.
Y en 1999 abrí el Centro Clínico Veterinario, ahora Clínica Veterinaria. Y qué nombre podía poner: pues el mío, porque pienso que así comienza una buena relación con el propietario, una relación que a mí me gusta que se llame el "Veterinario de la familia".
No hay mejor definición para mí.